Salsa de tomate casera

Para hacer una rica salsa de tomate fresca casera podemos optar por tomate fresco o por el práctico tomate rallado fresco Bonnysa.

Si optáis por vuestra variedad favorita de tomate, lo primero deberéis lavar los tomates y rallarlos; reservamos.

Picamos la cebolla y dos dientes de ajo, los sofreímos a fuego bajo hasta que se dore la cebolla ligeramente.

Añadimos el tomate y salpimentamos añadiendo si lo deseamos las hierbas aromáticas que queramos.

Rehogamos todo bien y lo dejamos a fuego bajo durante unos 40 minutos.

Una vez finalizado podemos triturarlo bien todo y pasar por un colador si queremos una salsa fina o bien dejarla tal cual.

Rectificamos de sal y añadimos una pizca de azúcar para rectificar la acidez.

Esta salsa se puede congelar o bien utilizar unos tarros para dejarla en conserva y usar cuando queramos.